Mi abuela me dejó en herencia su casa de verano, pero en los últimos años ni siquiera ella había estado allí, y la casa estaba en un estado de abandono

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Mi abuela me dejó en herencia su casa de verano, pero en los últimos años ni siquiera ella había estado allí, y la casa estaba en un estado de abandono. 🏚️ Todos a mi alrededor me decían que debía derribarla y al menos vender el terreno. 🥰 Pero tenía tantos recuerdos de mi infancia relacionados con ese lugar que parecía que allí aún vivían mi niñez y el alma de mi abuela. 💭 Simplemente no podía hacerlo. 🍰 Así que decidí restaurar la casa, a pesar de que todos pensaban que era una locura sin futuro. ¡Pero miren qué resultado tan maravilloso logré! 👇

Cuando llegué allí por primera vez después de muchos años, mi corazón se apretó al ver lo que había.

El techo estaba dañado, las paredes se habían oscurecido con el tiempo, las ventanas estaban rotas desde hacía mucho y el jardín, donde solían crecer las favoritas peonías de mi abuela, se había convertido en un terreno cubierto de maleza.

Pero a pesar de todo, sentía que esa casa aún podía ser salvada.

Había mucho trabajo por hacer. Primero limpié el terreno de basura y plantas muertas, luego, junto con los trabajadores, comenzamos a reparar el techo y reforzar las paredes.

No fue fácil – a veces sentía que ya no tenía fuerzas, que lo mejor sería rendirse y hacer lo que los demás me aconsejaban.

Pero cada vez que recordaba el olor de los pasteles de mi abuela y las largas tardes de verano bajo la sombra del viejo roble, encontraba nuevas fuerzas en mí.

Después de algunos meses, la casa se transformó. Restauré la veranda, pinté las paredes, cambié las ventanas.

En el jardín, las flores volvieron a florecer y en la cocina olía a pasteles recién horneados.

Ahora, no es solo una casa, es un pedazo de memoria, un lugar donde el pasado se encuentra con el presente.

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El Lindo Rincón