Este hombre no se lavó durante 67 años 😯 La única «higiene» a la que prestaba atención era quemar con fuego el cabello de la cabeza y la barba si le parecían demasiado largos 😲 Vivió hasta los 94 años, y la gente coincidía en que, a pesar de su dudosa higiene, parecía bastante saludable durante todos sus años 😯 Pero, ¿por qué nunca se lavó? La razón te sorprenderá
Amou Haji vivía en Irán y era un ermitaño que no se bañaba desde hace más de 60 años. Era conocido por alimentarse de cadáveres y se decía que también fumaba estiércol de animales a través de un tubo.
Era originario del pueblo de Dez Gah en Irán y se decía que había nacido en 1928. Aunque su verdadero nombre no se conocía, la gente lo llamaba ‘Amou Haji’, que significa ‘hombre viejo’.
Hay un rumor sobre él que explica por qué se convirtió en ermitaño; había tenido un desamor en su vida. Se decía que vivía en una casa de bloques de cemento en las afueras del pueblo, y a la gente no le molestaba su presencia.
La única ‘higiene’ a la que prestaba atención era quemar el pelo de su cabeza y su barba con fuego cuando sentía que estaban demasiado largos. Su piel y su cabello tenían un color gris uniforme.
Vivió hasta los 94 años y la gente coincidía en que, a pesar de su higiene cuestionable, parecía bastante saludable durante todos esos años.
Se especuló que tenía miedo al agua, pero no era el caso cuando se trataba de beber. Se decía que bebía hasta 5 litros al día de una lata de conservas sucia.
En cuanto a su dieta, prefería buscar su propia comida. Aunque las personas le ofrecían comida fresca, a menudo prefería buscar la suya. Incluso decía que prefería los animales en la carretera, su favorito era el puercoespín.
Se decía que comía los animales muertos que encontraba completamente crudos, sin importar cuán podrida o vieja pareciera la carne.
También tenía una pipa en la que fumaba estiércol de animales. También se rumoreaba que era un fanático de los cigarrillos y una vez fue fotografiado mientras fumaba varios a la vez.
A pesar de su higiene cuestionable y su dieta dudosa, se decía que estaba saludable a pesar de todo. Murió a los 94 años, unos meses después de que los habitantes del pueblo lograran convencerlo de que se diera un baño.
El Dr. Gholamreza Molavi de la School of Public Health de la Tehran University of Medical Sciences había realizado pruebas al anciano antes de su muerte. Sorprendentemente, descubrieron que, a pesar de su estilo de vida, gozaba de buena salud.
Sin embargo, había contraído triquinosis, una enfermedad parasitaria transmitida por los alimentos. Dado que le gustaba comer cadáveres, esto no era sorprendente. Sin embargo, no tuvo un impacto significativo en su salud.