🥰Adoptamos a un niño de 3 años, 😲y cuando mi esposo intentó bañarlo por primera vez, gritó: «¡Tenemos que devolverlo!»👇
Mia y Mark deseaban tener un hijo para llenar su hogar de amor. Después de años de embarazos fallidos y costosos tratamientos de fertilización in vitro, finalmente aceptaron que tener un hijo biológico no estaba en sus planes.
A pesar de esto, decidieron adoptar, una decisión que trajo tanto emoción como desafíos.
Mientras Mark estaba ocupado dirigiendo su negocio, Mia se encargó del proceso de adopción. Mientras revisaba los perfiles de niños necesitados de un hogar, su corazón se detuvo en la foto de un niño de tres años.
Sus ojos azul cielo eran cautivadores, y en ese momento, sintió una conexión inexplicable.
Aunque inicialmente habían esperado adoptar un bebé, abrieron sus corazones a la posibilidad de adoptar a un niño pequeño. Después de meses de papeleo y espera, finalmente trajeron a Sam a casa.
La transición fue perfecta; Sam se unió rápidamente a Mia, incluso llamándola «mamá» en pocas semanas. El sueño de Mia de ser madre se hizo realidad, y la vida se sentía perfecta.
Sin embargo, una noche, todo cambió. Mark ofreció bañar a Sam por primera vez, y Mia aceptó con entusiasmo, esperando que fortaleciera el vínculo entre padre e hijo. Momentos después, un fuerte grito desde el baño rompió la paz.
«¡Tenemos que devolverlo!» exclamó Mark.
Mia se horrorizó. «¿Qué estás diciendo? ¡Es nuestro hijo!» respondió, luchando por entender su repentina explosión.
Mark dudó antes de revelar su sospecha: Sam podría ser su hijo biológico. La realización le llegó cuando notó una marca de nacimiento idéntica a la suya en el pie de Sam. Abrumado, confesó una aventura de una noche ocurrida años atrás, durante el período más oscuro de las luchas de infertilidad de Mia.
Mia quedó devastada. Enterarse de la traición de Mark, especialmente en un momento tan vulnerable, fue insoportable. A pesar de su arrepentimiento, ella no pudo perdonarlo. Mark renunció a la custodia, y Mia se convirtió en la única guardiana de Sam.
Mark permaneció como una presencia distante, pero para Mia, la decisión fue clara. Eligió a Sam, un hijo que le trajo una alegría interminable, por encima de un esposo que rompió su confianza.