Un día vi a mi abuelo francés aplicar bálsamo labial en los cordones de sus zapatos 😳👴👟. Para ser sincera, me sorprendió mucho la escena.
Pero mi abuelo me reveló un secreto, y desde entonces yo también hago lo mismo. Ahora te cuento por qué… 😉👇
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Resulta que, para que tus cordones nunca más se desaten solos, basta con frotarlos bien con bálsamo labial.
Sí, lo has leído bien — vaselina o bálsamo sin perfume.
Mi abuelo explicó que las ceras naturales del bálsamo crean una fricción suave que “fija” el nudo. Los cordones no se deslizan ni se sueltan, y parecen recién atados incluso después de todo el día.
Al principio, dudé. Pero una vez, corriendo hacia una cita, me puse las zapatillas, apliqué bálsamo como me enseñó mi abuelo… y no pensé en los cordones hasta la noche.
¡Ni una sola vez tuve que agacharme a ajustarlos! ¡Funciona de verdad!
Ahora tengo un tubito especial en la entrada — no para los labios, sino para los zapatos. ¿Quién lo diría? Un truco simple de un abuelo francés resolvió uno de mis problemas más molestos.
Así que si estás harto de cordones que se desatan todo el tiempo, pruébalo. A veces los consejos más sencillos son los más geniales.










