Observábamos con interés cómo un pato tiraba obstinadamente de algo desde debajo de una capa de lodo։ Pero cuando quedó claro qué era exactamente lo que sacaba del barro, todos a nuestro alrededor gritaron de horror

Interesante

Observábamos con interés cómo un pato tiraba obstinadamente de algo desde debajo de una capa de lodo. Pero cuando quedó claro qué era exactamente lo que sacaba del barro, todos a nuestro alrededor gritaron de horror.

😱😱 Durante el tour filmábamos una bandada de patos que nadaban tranquilamente entre las hierbas del pantano.
De repente, uno de ellos comenzó a escarbar en el barro, como si hubiera encontrado algo.
Lo mirábamos con curiosidad mientras tiraba con fuerza de algo desde la capa de fango.
Pero cuando se hizo evidente lo que estaba sacando, todos gritaron aterrorizados.

Solo queríamos dar un paseo por los pantanos y disfrutar de la naturaleza.
Pero aquel paseo se convirtió en una auténtica pesadilla, de la que aún da miedo acordarse.

Mi esposo y yo estábamos en un recorrido, disfrutando del paisaje natural.
El sol se reflejaba en el agua turbia, donde pequeños grupos de patos nadaban lentamente emitiendo sus sonidos habituales.
Todo parecía tranquilo, casi idílico.

Mi esposo sacó la cámara para grabar ese momento, cuando de repente uno de los patos comenzó a comportarse de manera extraña — como si hubiera visto algo bajo el agua.
Se zambulló de golpe y luego tiró con esfuerzo de algo desde el barro espeso.

😨😱 Al principio pensamos que era solo una rama o una raíz, pero cuando el objeto apareció en la superficie, todos gritaron.

Continuación en el primer comentario👇👇

Al principio pensamos que era solo una rama o una raíz, pero cuando el objeto apareció en la superficie, todos gritaron.
Era una mano humana.

El pato siguió tirando, como si no se diera cuenta de que estaba sacando restos humanos.
El guía corrió hacia adelante, pero ya era demasiado tarde — otros fragmentos comenzaron a salir del pantano…

El silencio se transformó en pánico. Nos quedamos paralizados, incapaces de movernos.

Todos gritaban; algunos corrieron de vuelta por el sendero, otros se quedaron inmóviles, sin poder ni respirar.
El guía, pálido como el yeso, marcó el número de emergencia con manos temblorosas y, tartamudeando, intentó explicar lo que había sucedido.

Pocos minutos después, el sonido de las sirenas llenó el pantano.
Entre los árboles aparecieron los rescatistas y la policía — sus faros cortaban la niebla y se reflejaban en el agua negra.

Nos pidieron que nos apartáramos, y observamos en silencio cómo las personas con trajes de goma se acercaban con precaución al lugar donde todo había comenzado.

Así terminó nuestro tour — bajo la luz intermitente de las sirenas, entre los gritos de las gaviotas y el viento helado, que ahora parecía el susurro mismo del pantano.

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El Lindo Rincón