😵😱En la escuela dijeron que yo estaba «vestida fuera de norma» y que distraía a los chicos para estudiar. Llamaron a mis padres al despacho del director, y yo estaba segura: mamá se uniría a la maestra para regañarme. Pero lo que dijo en la oficina — lo cambió todo y causó un verdadero caos.
Cuando la profesora principal llamó a mi madre a la escuela, casi rompí a llorar del miedo. En el cuaderno estaba escrito: «Vestida de manera provocativa, distrae a los chicos». Volvía a casa con las manos temblorosas, imaginando el largo sermón y el castigo que me esperaban.
En el despacho del director el ambiente era tenso. La maestra explicaba con detalle que mi falda era demasiado corta, la blusa «inapropiada para mi edad», y que los chicos supuestamente no podían concentrarse en clase.
El silencio era tan pesado que sentía mi corazón latir con fuerza. Todos esperaban la continuación.
Yo estaba sentada con la cabeza baja, esperando que mamá empezara a avergonzarme delante de todos.
Pero en lugar de eso, se enderezó, miró tranquilamente a la maestra y pronunció una frase que me dio la vuelta por dentro. No entendí enseguida si había oído bien.
La reacción de los presentes fue impagable: algunos levantaron las cejas con sorpresa, otros se quedaron inmóviles en silencio.
😲😵Ahora les voy a contar exactamente lo que pasó, y ustedes me dirán: ¿mi madre actuó bien?
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Al día siguiente mamá entró en la escuela de una manera que dejó a todos boquiabiertos. Estaba vestida casi igual que yo: falda elegante pero un poco más corta, blusa ligera y los mismos zapatos de tacón. Sus pasos sonaban seguros, y parecía que ya sabía el efecto que causaría.
En el despacho del director se sentó tranquilamente frente a la maestra y dijo:
— Dígame, por favor, ¿mi atuendo le parece provocativo? ¿Le distrae de su trabajo?
La maestra dudó, se sonrojó y apenas consiguió decir:
— Bueno… no, claro que no.
— Exacto, — respondió mamá con firmeza. — Si en una mujer adulta no resulta chocante, entonces en mi hija tampoco.
El problema no está en la falda ni en la blusa. El problema está en los chicos que se comportan como si vieran a una chica por primera vez. ¿Quizás habría que ocuparse de su educación en vez de culpar a mi hija?
En el despacho reinó el silencio. Miraba a mamá y comprendía: aquello fue un verdadero jaque mate.











