Un camarero con problemas financieros de repente se siente «bendecido» después de servir a un cliente ciego que le entregó su cartera y le pidió que tomara una propina de $2.
El camarero se da cuenta de que podría haber tomado mucho más que esos dos dólares y el cliente nunca lo habría sabido.
Harold, quien tiene veintidós años, trabaja como camarero para ayudar a su madre Lydia, quien está enfrentando dificultades financieras debido a una costosa cirugía. Harold tiene dos empleos para cubrir los crecientes gastos médicos.
A pesar de sus esfuerzos, siempre le faltan los fondos necesarios.
Un día, un anciano rico entra al restaurante. Es ciego, y Harold lo asiste durante toda la noche. Al final de la cena, el cliente le entrega su cartera a Harold para pagar la cuenta y le ofrece una propina de $2, bromeando que normalmente solo da $1.
Harold ve una suma considerable de dinero en la cartera, pero solo toma los $2, demostrando así su honestidad.
Más tarde, Harold enfrenta desafíos profesionales cuando llega tarde al trabajo después de pasar la noche en el hospital con su madre. A pesar de disculparse, su jefe, el Sr. Fisher, lo despide.
La situación da un giro sorprendente cuando el nuevo gerente del restaurante, el Sr. Benerson, interviene. Resulta que el Sr. Benerson es el anciano a quien Harold sirvió la noche anterior.
El Sr. Benerson elogia la sinceridad y dedicación de Harold y anuncia que está buscando un nuevo gerente, eligiendo a Harold para el puesto. El gerente actual se convierte en asistente del Sr. Benerson.
Este anuncio marca un cambio significativo en la vida de Harold, ya que le trae un importante ascenso y ayuda a financiar los gastos médicos de Lydia.
Harold expresa su gratitud hacia el Sr. Benerson, y su vida toma un giro positivo. El Sr. Benerson cubre generosamente los gastos médicos de Lydia. A cambio, Harold promete trabajar diligentemente y cumplir con su nueva función en el restaurante.