Los caminos que llevan a la maternidad son inescrutables.
La joven india Muni, con una cicatriz y una hendidura en la frente, y la bebé Durga, con un enorme agujero en lugar de nariz, no tenían oportunidad de ser acogidas por una familia amorosa.
Pero ocurrió un milagro.
La maestra estadounidense Kristen Williams no tenía hijos propios, pero realmente quería convertirse en madre.
En 2009, intentó adoptar a una niña de Nepal, gastó 28 mil dólares en preparar documentos, pero las autoridades estadounidenses acusaron al lado nepalí de tráfico humano, y tuvo que olvidarse de la adopción por un tiempo.
Unos años más tarde, Kristen comenzó a buscar a su hija nuevamente, esta vez en la India.
En este país, le ofrecieron a una niña que no era necesaria para nadie: Munni, una niña de cinco años que había experimentado mucho dolor en su corta vida.
Una golpiza le dejó a la niña una cicatriz fea y grande en la frente, y una hendidura.
La niña fue separada de su familia nativa, pero nadie quería darle refugio en su hogar, temiendo la fealdad.
La niña se volvió amargada y agresiva, lo que hizo que sus posibilidades de adopción fueran cero.
Pero a Kristen no le importó la apariencia de la niña ni su carácter difícil: el Día de San Valentín de 2013, la estadounidense llevó a su hija a casa.
«Vi su rostro, y fue como si una descarga eléctrica me atravesara. Era exactamente lo que estaba buscando. Y realmente se convirtió en todo para mí», recordó Kristen.
Seis meses después, Kristen y Munni tomaron una decisión conjunta: mamá necesitaba al segundo hijo y la niña necesitaba una hermana.
Su búsqueda en la India las llevó a una pequeña niña de tres años llamada Durga.
A la niña de ojos enormes no la quería nadie en todo el mundo.
Cuando nació, la arrojaron a la basura como si fuera una muñeca no deseada.
Perros salvajes le desfiguraron el rostro, y la niña perdió su nariz para siempre.
Es sorprendente que la niña haya sido salvada, fue un verdadero milagro.
Exactamente igual que la aparición de una familia amorosa en su vida.
Así que, dos años después de la adopción de Munni, en febrero de 2015, la segunda hija, Durga, apareció en la familia de Kristen Williams.
Madre y hermana decidieron cambiar el destino de la desafortunada niña desfigurada para siempre, dándole un nuevo nombre: Rupa, «bendecida con belleza».
El nuevo nombre trajo buena suerte a la niña: después de que los periodistas contaron en televisión el milagroso rescate de las niñas, cirujanos locales ofrecieron hacerle cirugía plástica completamente gratis.
La enorme cicatriz fea en la frente de Munni fue eliminada, dejando solo una fina cicatriz quirúrgica que no será visible con el tiempo.
Al principio, a Rupa le hicieron una prótesis nasal temporal, que cambiará a medida que la cara y la nariz crezcan y cambien el tono de la piel.
Cuando la niña crezca, podrá someterse a una cirugía para ocultar las huellas de una terrible lesión para siempre.
Esta increíble historia confirma que todo niño merece amor, cuidado, felicidad y aceptación plena.