Nunca pensé que esto podría pasarme. Mi esposo y yo habíamos estado esperando con ansias la llegada de un hijo. Así que estaba en el hospital, y me dijeron que iba a tener un bebé en 7.5 meses. Regresé a casa emocionada y feliz. Cuando entré en la casa, nadie me saludó. En la cocina, mi esposo, su padre y su madre estaban sentados y discutiendo algo. Su padre decía: «¿Cuándo vas a terminar con ella?»
Entré, y parecían absortos en su conversación. Tratando de alegrar el ambiente, dije: «¡Estoy embarazada! ¡Felicidades!» Pero no hubo alegría en sus caras. Los padres de mi esposo se levantaron y se fueron, pidiendo a su hijo que reflexionara sobre lo que no entendía en ese momento.
Y así, cuando di a luz, mi esposo llegó con sus padres para llevarme a casa desde la sala de maternidad. Lo primero que dijo mi suegro fue: «¿Tendrás permiso de maternidad, verdad? Eso es bueno… Me lo darás.»
Sentí dolor al escuchar esas palabras. Subí al auto, y las discusiones sobre mi permiso de maternidad continuaron, pero mi esposo me dijo: «Solo dáselo, de todos modos no lo satisfará. Ves eso.» Mi suegro escuchó y dijo: «No deberías resistirte. Hemos tenido el ojo puesto en una nueva novia para nuestro hijo desde hace un tiempo. Y en cuanto al permiso de maternidad, arreglaré nuestro auto Zhiguli; al menos algo quedará para tu hijo.»
«Este es mi dinero y el de mi hijo. No les debo nada. Su auto no me concierne. Si quieren arreglarlo, háganlo a su cargo. Olvídense de mi permiso de maternidad. No volveré a comunicarme con ellos.
Ya he tenido bastante de soportar un trato tan desagradable hacia mí y mi hijo en mi propio apartamento. He trabajado para no dar mi dinero ganado con esfuerzo a algún hombre incomprensible. Está buscando una nueva novia para mi esposo durante mi embarazo. Y no parecen estar particularmente interesados en su nieto», respondí.
La situación era sin duda difícil, y tu resolución para proteger tus derechos y los de tu hijo es encomiable. En tales circunstancias, es crucial afirmar tu independencia y asegurar el bienestar tuyo y de tu hijo.