Esta es realmente una historia no convencional y al mismo tiempo muy interesante, ya que todavía hay muchas preguntas sobre cómo pudo suceder.
Una vez, una anciana vio a un gato hambriento y demacrado en la calle y, siendo amable y amante de los animales, decidió recogerlo.
Con el tiempo, el gatito creció y se hizo un poco más grande que un gato común.
Pero a la señora no le sorprendió porque su gatito comía muchos productos naturales caseros.
Adoraba a su gato y, al no tener familia, lo consideraba su nieto.
Un día ocurrió un incidente: ladrones intentaron robar a la pobre mujer.
El gatito estaba durmiendo en ese momento en el armario entre sombreros y bufandas.
Cuando el gato sintió que algo malo estaba sucediendo, acudió inmediatamente en ayuda de su dueña.
El gato atacó a los ladrones y así no les permitió cumplir sus planes.
Los policías que llegaron a la escena quedaron impactados por lo sucedido.
El gato que la mujer había adoptado resultó ser un manul salvaje.
Y aún no sabemos cómo el pequeño manul terminó abandonado en una ciudad. En general, los gatos de Pallas son considerados animales no agresivos, pero si alguien amenaza su hogar, ¡se convierten en verdaderos defensores!
