Mayo, el elefante bebé, fue rescatado de un río con corrientes fuertes cuando de alguna manera terminó allí. En ese momento, solo tenía unos pocos días de vida y había sido abandonado por su manada.
Afortunadamente, los rescatistas del santuario lo encontraron justo cuando las hienas estaban a punto de rodearlo, y la fundadora del santuario, Roxy Dankvest, se convirtió en su madre adoptiva.
Ahora, Mayo tiene año y medio, y la sigue a todas partes. Ella comparte que él la reconoce por el olor, la voz y de alguna manera inexplicable, siempre sabe dónde está ella, aunque ella no sabe cómo.
Con el tiempo, cuidar al elefante en crecimiento se vuelve más desafiante, ya que su tamaño aumenta y sus visitas a casa se vuelven cada vez más difíciles de manejar.
Roxy menciona que Mayo es uno de los raros animales salvajes rescatados con los que ha formado un vínculo tan fuerte, y separarse de él será increíblemente difícil para ella. Sin embargo, ella ya se ha preparado mentalmente para ello, ya que vivir en la naturaleza es natural para un elefante.
Actualmente, Mayo está disfrutando de su infancia y no comprende completamente la magnitud de su fuerza y tamaño, lo que a veces puede crear un poco de caos en el espacio vital de Roxy cuando entra en el interior.
Pero por ahora, él es pequeño y travieso, y sus travesuras se ven como un comportamiento típico de un niño.