En 1983 nació en Estados Unidos un niño llamado Kevin Robert Clark.
Se convirtió en una sensación mundial ya que era el recién nacido más grande con 7,2 kg.
Patricia Clark, la madre del bebé, dijo que le dijeron que el bebé podría ser más grande.
Entonces ella creyó que él daría a luz a un niño grande porque sus otros hijos también eran grandes.
Sin embargo, nadie esperaba una “sorpresa tan grande”.
Su madre admitió que la ropa que eligió para el recién nacido le quedaba pequeña.
A la edad de 12 años, Kevin medía 152 centímetros.
Como dijo Kevin, el principal problema fue encontrar ropa y zapatos ya que estaba creciendo muy rápido.
Fue muy difícil porque siempre necesitaba ropa nueva.
Pronto todos le decían que hiciera ejercicio porque sentía la euforia perfecta.
Sin embargo, Kevin no tuvo éxito en los deportes porque no estaba obsesionado con ellos.
En cambio, se interesó por la caza y la pesca.
Luego sirvió en el ejército estadounidense y trabajó como oficial de policía.
Hoy Kevin tiene 39 años y mide 2 metros. Está satisfecho con su vida, su trabajo y sus actividades.
Admite que ya está cansado de ser el centro de atención por su tamaño.