Lyudmila Somar es la tercera mujer más pequeña del mundo que se convirtió en madre.
Y la primera que, en su estatura petite, se convirtió en madre dos veces.
Muchas personas la llaman Pulgarcita, y en la calle pueden confundirla con una estudiante, y su esposo, que camina junto a ella, con su hermano mayor o padre.
A los 30 años, esta mujer tiene una estatura de solo 132 centímetros, pero esto de ninguna manera le impidió convertirse en una esposa y madre feliz.
Nació prematuramente con un peso de solo 840 gramos.
El hecho de que el bebé sobreviviera, los médicos lo llamaron un verdadero milagro.
Después de todo, con ese peso, hay muy pocas posibilidades de sobrevivir.
Pero durante sus tres meses en el hospital, la niña ganó casi dos kilogramos y fue llevada a casa de manera segura.
Hasta los cinco años, todo estaba bien con la niña, no se diferenciaba de otros niños.
Pero ya en la escuela, los padres notaron que su hija casi no crecía.
Después de visitas al hospital y exámenes, resultó que la niña tiene una enfermedad rara que no se puede tratar, está relacionada con la falta de la hormona del crecimiento.
A pesar de todo, la niña creció siendo una chica muy alegre, positiva y sociable.
Después de la escuela, ingresó al colegio.
Ya como estudiante, miraba a sus amigos que salían en citas, y no creía que algún día ella también sería esposa y madre.
Tan pequeña y frágil, se metió de inmediato en el corazón de su futuro esposo.
Se encontraron una vez en una parada de autobús, pero después de ese breve encuentro, él no pudo olvidarla.
Tres semanas después del conocimiento, le propuso matrimonio a la chica.
Más tarde, su boda se comentó en toda la región.
Un año después de la boda, esta pareja ya era conocida mucho más allá de las fronteras del país.
A pesar de todas las prohibiciones y advertencias de los médicos, una mujer miniatura dio a luz a una niña absolutamente sana con un peso de 2850 gramos.
Si lo piensas, esto es la tercera parte del peso de la mujer que dio a luz.
Más tarde, la mujer y su esposo quisieron tener el segundo hijo.
Pero los médicos lo prohibieron estrictamente; es mejor no tentar al destino.
Pero dos años después, Dios envió otro bebé a la familia.
El niño nació con un peso de 2950 gramos y también estaba absolutamente sano.
Esta historia rompe todas las teorías científicas y estereotipos.
