Hay personas que eligen sus profesiones desde su infancia y a menudo logran realizar sus sueños. Esta joven irlandesa de 19 años, llamada Kate Fahey, nunca soñó con la profesión que ahora ejerce.
Pero cuando en verano fue a trabajar al sitio de construcción de su padre, inmediatamente decidió que se convertiría en gruista.
La joven trabaja como gruista, pero siempre se siente observada por sus colegas masculinos. El trabajo de gruista la atrajo tanto que comenzó a aprender la profesión.
Al convertirse en una buena técnica de construcción, ya no sueña con otras profesiones.
Estar en una grúa a cuarenta metros de altura le causa un placer inexplicable. Pero Kate nota que siempre es el centro de atención de sus colegas masculinos.
No solo los obreros del sitio, sino también los desconocidos, se sorprenden al ver a la joven trabajando en la grúa.
Por lo general, los desconocidos preguntan si está calificada para estar allí. Kate explica que para ser gruista, primero hay que tener un carácter firme.
Y esta cualidad ayudará a convertirse en una especialista competente. Cuando comparte fotos tomadas durante su trabajo, los jóvenes preguntan por qué eligió esta carrera.
La chica responde que no hay ningún secreto, simplemente se enamoró de esta profesión. «Cuando subí por primera vez a la grúa, decidí no rendirme», responde Kate.