Bueno, es más fácil creer en Photoshop, las fotografías ya no se consideran evidencia documental de eventos o fenómenos. Todo es culpa de los editores gráficos, de los collages y de la imaginación desbordante de los autores.
Nadie creía tampoco en la rara belleza del bebé tailandés. Los seguidores estaban convencidos de que la madre era una apasionada de la fantasía.
Pero cuando la propia madre apareció junto al adorable bebé en la foto, los escépticos guardaron silencio. Se apresuraron a revisar las imágenes donde aparece el bebé con una mirada, luego con otra.
Así se hizo famosa la angelita.
Durante mucho tiempo, los usuarios dudaron de si la niña era real o dibujada.
Pero, como siempre, los genes tienen la culpa. Cuando mamá proporcionó sus propias fotos, la emoción se duplicó, la joven también lucía muy hermosa.