Johnny Coulon, un exboxeador, demostró un truco que mostraba cómo la inteligencia podía superar la fuerza, incluso cuando se enfrentaba al boxeador peso pesado Muhammad Ali. Coulon, conocido por esta hazaña en particular, era considerado por algunos como casi un mago debido a su técnica secreta.
Coulon, inicialmente un boxeador profesional en la categoría de peso ligero, tuvo una carrera exitosa, convirtiéndose en campeón a los 21 años. Después de una pausa en su carrera de boxeo tras la muerte de su padre, abrió una escuela para boxeadores, guiando a campeones como Muhammad Ali.
El truco implicaba desafiar a alguien a levantarlo del suelo. A pesar de la fuerza y estatura de Ali, no pudo levantar a Coulon, quien aparecía como una figura delgada y baja. El secreto radicaba en el conocimiento de Coulon sobre la fisiología humana, los puntos de presión y los nervios específicos.
Coulon adoptaba una postura y posición de manos únicas, agarrando la muñeca del oponente con una mano y colocando la otra en el cuello del oponente, usando solo dos dedos. Esto bloqueaba efectivamente un nervio y limitaba las capacidades del oponente.
Se realizaron varios intentos para desacreditar el truco. Médicos y científicos intentaron agregar peso adicional, cambiar el centro de gravedad o mojar las manos de Coulon, pero el truco funcionaba consistentemente.
La victoria se atribuía a la comprensión de Coulon sobre la mecánica del cuerpo, convirtiendo su apariencia aparentemente frágil en un desafío imbatible. Incluso el boxeador peso pesado Primo Carner, con más de dos metros de altura, no pudo levantar a Coulon, lo que llevó a especulaciones de que Coulon de alguna manera podía controlar su levitación y peso a voluntad.
A pesar de numerosos intentos, el truco seguía siendo un misterio y un testimonio de la idea de que la inteligencia y la técnica podían superar la pura fuerza.