Nunca adivinarías a qué se dedica Jodie Leigh Fox, una joven de 24 años de Brentwood, Essex, al noreste de Londres. ¡Conduce autobuses! Sí, has leído bien. A los 21 años, Jodie cambió su trabajo como cuidadora por el de conductora de autobús, un sueño que siempre había atesorado.
Todo comenzó cuando vio un anuncio en la parte trasera de un autobús y decidió probar suerte. Y desde entonces, no se ha arrepentido de nada.
Lo que llama la atención de la joven Jodie es su resiliencia ante los comentarios constantes que recibe. Cada día, los pasajeros, en su mayoría hombres, se sorprenden por su apariencia y su juventud.
«Eres demasiado bonita para ser conductora de autobús», le dicen a menudo. Imagina la escena: te sientas al volante y, en lugar de recibir saludos cordiales, la gente comenta sobre tu belleza… Eso podría desalentar a cualquiera, ¿verdad?
A pesar de su amor por conducir, Jodie a veces se siente aislada. Sus colegas suelen ser mayores, lo que dificulta que forme amistades con ellos. Pasa la mayor parte del tiempo trabajando sola, lo cual puede ser pesado.
Pero no se deja abatir. Continúa conduciendo autobuses, autocares e incluso limusinas, decidida a romper los estereotipos asociados con su trabajo.
Para convertirse en conductora de autobús, Jodie tuvo que pasar una serie de pruebas rigurosas. «No es tan fácil como la gente podría pensar», dice.
Tuvo que pasar exámenes de inglés y matemáticas y completar alrededor de cinco módulos diferentes antes de poder realizar su examen teórico. Su trayectoria es una prueba de que conducir un autobús requiere mucho más que saber manejar un volante.
«Nunca pensé que llegaría a tener tanta repercusión», admite. Sus videos en su uniforme de trabajo han captado la atención de muchos internautas, y espera seguir inspirando a otras jóvenes a seguir sus sueños, sin importar los clichés.
