A veces, los niños son muy ingeniosos y en situaciones difíciles, logran arreglárselas por sí mismos. Este niño de diez años pudo escapar de una mujer peligrosa con habilidad y astucia.
Sammy Greenvit vive con sus padres en Pennsylvania, en Pottstown. La escuela de Sammy estaba cerca de su casa y solía ir caminando. Una tarde, cuando regresaba de la escuela, entró en una pequeña tienda cercana para comprar un pastelito de chocolate que le gustaba.
De repente, una mujer desconocida se acercó a Sammy y comenzó a hablarle, diciendo que era amiga de la familia. La mujer dijo que su padre lo estaba esperando en algún lugar y que ella había venido a llevarlo con él, y que el niño debía seguirla.
El niño comprendió que era una mentira y salió rápidamente de la tienda para continuar su camino. Pero se dio cuenta de que la desconocida lo seguía. El niño apuró el paso, pero la mujer seguía persiguiéndolo.
Sammy empezó a pensar cómo podría deshacerse de esa persona. Finalmente, encontró una solución: escapar con astucia. Al pasar por delante de una tienda, entró y se acercó a la cajera y le dijo una frase en voz baja.
Hannah, una joven de 17 años, vio a la mujer persiguiendo al niño y entendió todo. Tomó al niño de la mano y, dirigiéndose hacia la puerta, la cerró frente a la mujer desconocida.
La policía fue alertada y la mujer fue detenida. Los padres de Sammy agradecieron mucho a la joven cajera e intentaron que el niño olvidara pronto el desagradable incidente de ese día.