Para llegar a fin de mes, Eileen trabajaba como vendedora de boletos, pero un día todo cambió cuando su madre la llevó a ver una actuación de una compañía de danza😍 Quedó tan inspirada que decidió de inmediato que quería convertirse en bailarina💖 Eileen comenzó a bailar a los 2️⃣4️⃣ años y sigue deslumbrando en los escenarios de todo el mundo a los 1️⃣0️⃣3️⃣ años: mira cómo se ve en el escenario ahora
Eileen nunca imaginó que la danza formaría parte de su vida. Su madre dejó a su padre alcohólico y se llevó a sus hijas con ella.
Eileen soñaba con convertirse en cantante y trabajaba como acomodadora para llegar a fin de mes, mientras posaba de vez en cuando para artistas.
Pero un día todo cambió. Su madre la llevó a ver un espectáculo de la compañía de Gertrude Bodenwieser. Estaba tan inspirada que decidió de inmediato que la danza sería su vocación.
Durante tres días insistió en hacer una audición y finalmente fue aceptada. Eileen ya tenía 24 años, lo cual es bastante tarde para comenzar una carrera de bailarina, pero demostró que la edad era solo un número.
Eileen viajó con la compañía, perfeccionó sus habilidades y después de 13 años se lanzó a proyectos en solitario. Promocionó la danza libre, que prioriza la plasticidad natural y la sensualidad sobre la rigidez técnica.
Fue entonces cuando conoció al director indio Baruch Shadmi. Juntos se mudaron a Francia y vivieron una hermosa historia de amor hasta que él sufrió un derrame cerebral. Eileen dejó la danza para cuidar de él durante 20 años.
Tras la muerte de Shadmi, Eileen se mudó a Estados Unidos a los 73 años. Allí volvió a la danza y conoció a Bill Tuckwiller, con quien vivió más de 20 años. Pero a los 99 años, al encontrarse sola, regresó a Australia.
Nunca se casó ni tuvo hijos, pero eso no le impidió formar una familia creativa que la rodea con cariño.
Hoy en día, Eileen sigue formando bailarines, montando piezas y creando disfraces.